Patogenia de las enfermedades virales
Generalidades
La respuesta celular a
la infección puede variar desde la ausencia de un efecto aparente hasta un
estado citopatológico que conlleva a la muerte celular acompañada por
hiperplasia o cáncer.
La enfermedad viral es
una anomalía peligrosa, consecuencia de la infección viral en el organismo
hospedador, cuyas manifestaciones clínicas consisten en signos y síntomas
evidentes.
Principios de
importancia relacionados con enfermedad viral incluyen los siguientes:
- Muchas infecciones virales son subclínicas o asintomáticas.
- La misma enfermedad puede ser producida por diversos virus.
- El mismo virus puede producir diversas enfermedades
- La enfermedad producida no tiene relación con la morfología del virus.
- El resultado en cualquier caso en particular depende de factores del virus en el hospedador y está influido por aspectos genéticos de ambos.
La patogenia viral es
un proceso que ocurre cuando un virus infecta a un hospedador. La patogenia de
la enfermedad es un subgrupo de eventos que se desarrollan durante una
infección que da origen a la manifestación de la enfermedad en el hospedador.
Un virus es patógeno para un hospedador en particular si puede infectarlo y
causar signos de enfermedad en dicho hospedador.
Pasos en la patogenia viral
A. Entrada y replicación primaria
Para
que ocurra la infección en un hospedador, en primer lugar el virus debe unirse
a las células y penetrarlas en alguna superficie corporal como la piel, aparto
respiratorio, tubo digestivo, aparato urogenital o conjuntiva. La mayor parte
de los virus penetra en sus hospedadores a través de las mucosas del tubo
digestivo o del aparato respiratorio.
Excepciones importantes son aquellos virus que se introducen
directamente en el torrente sanguíneo por medio de agujas (hepatitis B, VIH), o
por hemotransfusión, o bien a través de insectos vectores.
Los
virus por lo común se replican en el sitio primario de entrada.
B. Diseminación viral y tropismo celular
Muchos
virus producen enfermedad en sitios distantes del punto de entrada (por ejemplo
enterovirus, los cuales entras a través del tubo digestivo, pero producen
enfermedad del SNC). Después de la replicación primaria en el sitio de entrada
tales virus se diseminan en el hospedador. Los mecanismos de diseminación viral
varían, pero el más común es a través del torrente sanguíneo o de los vasos
linfáticos. Pueden encontrarse viriones libres en el plasma, (por ejemplo
enterovirus, togavirus), o estar relacionados con tipos celulares particulares
(por ejemplo, virus del sarampión). Algunos virus incluso se multiplican en el
interior de dichas células. En muchas infecciones virales la fase de viremia es
corta. En algunos casos hay diseminación neuronal; este es el mecanismo por el
cual en apariencia el virus de la rabia alcanza el encéfalo para causar la
enfermedad y el mecanismo por el cual el virus del herpes simple se desplaza a
los ganglios para iniciar infecciones latentes.
Los
virus tienden a mostrar especificidad en cuanto a órgano y célula. Así, el
tropismo determina el patrón de enfermedad sistémica producida durante una
infección viral. Como ejemplo, el virus de la hepatitis B tiene tropismo por
los hepatocitos y la hepatitis, es la enfermedad primaria causada por el virus.
El tropismo
hístico y celular por un virus dado por la común refleja la presencia de
receptores específicos en la superficie celular de dicho virus. Los receptores
son componentes de la superficie celular en la cual una región de la superficie
viral (cápside o envoltura) puede interactuar en forma específica e iniciar la
infección. Los receptores son constituyentes de la célula que funcionan en el
metabolismo celular normal, pero que también tiene afinidad por un virus en
particular. Para algunos virus se conoce la identidad de un receptor celular específico,
pero en muchos casos esto se desconoce.
Los factores
que afectan la expresión genética viral son determinantes importantes del
tropismo celular. Las regiones promotoras que muestran especificidad por algún
tipo celular pueden regular la transcripción de genes virales. Por ejemplo, el
promotor del poliomavirus JC es mucho más activo en células de la glía que en
otros tipos celulares.
Otros
mecanismos que evitan el tropismo hístico incluyen enzimas proteolíticas.
Ciertos paramixovirus no son infecciosos hasta que las glicoproteínas de la envoltura
sufren desdoblamiento proteólico. En tejidos que no expresan las enzimas
activadoras apropiadas no acurren múltiples rondas de replicación viral.
La diseminación
viral puede depender en parte de genes virales específicos. Los estudios con
reovirus demuestran que la extensión de la diseminación a partir del tubo
digestivo depende de una de las proteínas externas dela cápside.
C. Lesión celular y enfermedad clínica
La destrucción
de células infectadas por los virus y las alteraciones producidas en el
hospedador por una lesión hística son en parte la causa para el desarrollo de
la enfermedad. Algunos tejidos como el epitelio intestinal pueden regenerarse con
rapidez y soportar daño intensivo mejor que otros, como el cerebro. Algunos
efectos fisiológicos causan alteración no letal de células con funciones
especializadas, por ejemplo la perdida de producción de hormonas. Las enfermedades
clínicas por infecciones virales son consecuencia de una serie compleja de eventos
y se desconocen muchos factores que determinan el grado dela enfermedad. Los
síntomas generales relacionados con muchas infecciones virales, como malestar y
anorexia, pueden ser consecuencia de la respuesta del hospedador, por ejemplo
la producción de citocinas. La enfermedad clínica es un indicador insensible de
la infección viral; son muy comunes las infecciones virales asintomáticas.
D. Recuperación de la infección
Después
dela infección viral el hospedar puede morir o recuperarse. Los mecanismos de
recuperación incluyen respuestas inmunitarias innatas y adaptativas. Participan
el interferón (IFN) y otras citocinas, la inmunidad celular y humoral y tal vez
otros factores de defensa del hospedador. La importancia relativa de cada componente
difiere con el virus y con la enfermedad.
La importancia
de los factores del hospedador para influir en el resultado de las infecciones
virales se ilustra por un incidente ocurrido en el decenio de 1940, en el cual
45 mil miembros del ejército fueron inoculados con virus de la hepatitis B y la
vacuna estaba contaminada con virus de la fiebre amarilla. Aunque el personal
estuvo sujeto a exposiciones comparables, ocurrió hepatitis clínica en solo 2%
de los casos (914 cosas) y de estos solo el 4% desarrollaron enfermedad grave.
La base genética para la susceptibilidad del hospedador debe ser establecida
para la mayor parte de las infecciones.
En
las infecciones agudas la recuperación se asocia con la eliminación del virus.
Sin embargo, hay ocasiones en que el hospedador permanece con infección
persistente por el virus.
E. Diseminación viral
La última
etapa en la patogenia es la diseminación del virus infeccioso hacia el medio
ambiente. Este es un paso necesario para mantener la infección viral en la
población de hospedadores. La diseminación por lo común ocurre a partir de
superficies corporales que están relacionadas con el sitio de entrada del
virus. La diseminación ocurre en diferentes etapas de la enfermedad, lo que depende
del agente particular involucrado. Representa el tiempo en el cual un individuo
infectado es infeccioso para sus contactos. En algunas infecciones virales como
en la rabia, los seres humanos sufren infecciones terminales y no ocurre diseminación.
Referencias
Brooks G.F,
Butel, J. S., Morse S.A., Mietzner T. A., Microbiología médica, Sección VII:
Correlación entre la microbiología médica diagnóstica y la clínica, Jawetz,
Melnick y Adelberg, 25a edición, México.
Por: Daniela A. Pérez TM-27
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