viernes, 8 de noviembre de 2013


Cultivo de Sangre

Aporta información útil para tratar a sujetos febriles con cuadros agudos, con síntomas y signos localizados o sin ellos. La identificación del agente infeccioso en la sangre constituye un elemento auxiliar utilísimo para seleccionar los antimicrobianos para la terapéutica. Por tal razón, se hará todo intento de aislar los microorganismos causales de la bacteremia.

En personas sanas, las muestras de sangre obtenidas cuidadosamente son estériles. A pesar de que los microorganismos de la flora normal de vías respiratorias y gastrointestinales a veces penetran en la sangre, son eliminados casi inmediatamente por el sistema reticuloendotelial. Esto casi no altera los resultados de un cultivo de sangre. Si en el hemocultivo se identifican microorganismos, esto asume importancia clínica, si se excluye la condición de contaminación en el laboratorio. La contaminación de cultivos de sangre con flora cutánea normal muy a menudo depende de errores en la técnica de obtención  de dicho líquido. Por consiguiente, es esencial al realizar un cultivo de sangre emplear la técnica más adecuada.


Normas que estrictamente aplicadas generan resultados fiables

  • Usar una técnica estrictamente aséptica, con guantes (preferiblemente estériles.
  • Aplicar el torniquete y por el tacto identificar una vena fija. Liberar el torniquete mientras se prepara asépticamente la piel. 
 
  • Se prepara la piel para punción venosa al limpiarla de manera vigorosa con alcohol isopropílico al 70%. Después de utilizar tintura de yodo al 2% o clorhexidina al 2% el laboratorista comenzará en el sitio de punción venosa y limpiará la piel en círculos concéntricos  “de adentro hacia fuera”. Los materiales para la preparación antiséptica de deben secar. Una vez preparada la piel, NO DEBE SER TOCAR. 
  • Aplicar de nuevo el torniquete, realizar la punción venosa y extraer  20 mm de sangre (adultos).

  • Colocar la sangre en recipientes de cultivos “etiquetados” para aerobios y anaerobios.

  • Llevar la muestra al laboratorio inmediatamente y colocarla en una incubadora a 37 °C.
  • Realizar Gram y subcultivos en agar AS, McConkey y chocolate cuando las botellas muestran signos de positividad o crecimiento, ya sea manual o de forma automatizada.

  •   Realizar un informe preliminar de lo observado en el Gram al médico encargado.
  • Incubar hasta 72h en CO2 (jarra con vela) los medios de AS y chocolate.

  •  Realizar identificación y susceptibilidad para patógenos significativos.


  • Reportar resultados.

De algunos factores depende que los cultivos de sangre generen resultados positivos:
  1. El volumen de sangre cultivada.
  2. La dilución de la sangre en medio de cultivo.
  3. Empleo de medios de cultivo para aerobios y anaerobios.
  4.  Duración de la incubación. 
En los adultos por lo común se obtienen 20 a 30 ml por cultivo y la mitad de ese volumen se coloca en un recipiente para cultivo aeróbico de sangre y la otra mitad para anaeróbicos. Sin embargo se necesitan volúmenes diferentes de sangre para los diversos sistemas de cultivos que existen en ella. Un sistema de cultivo de sangre muy usado utiliza recipientes que contienen 5 y no 10 ml de sangre.  Una dilución óptima de sangre en un medio líquido de cultivo es de 1:300 a 1:150, y de este modo se llevan al mínimo los efectos de los sistemas de anticuerpos, complemento y antibacterianos contra leucocitos que están presentes. Las grandes diluciones no son prácticas en los cultivos de sangre, y por ello los medios en cuestión contienen 0.05% de polianetolsulfonato sódico (SPS) que inhibe la proliferación de algunas neiserias y cocos grampositivos anaeróbicos y de Gardnerella vaginalis. Si se sospecha la presencia de cualquiera de los microorganismos mencionados habrá que recurrir a otros sistemas de cultivo de sangre sin polianetolsulfonato sódico.

Los cultivos de sangre se incuban durante 5 a 7 días. Los sistemas de cultivo automatizados utilizan métodos diversos para detectar la positividad, es decir, la presencia de microorganismo; tales métodos automatizados permiten la revisión frecuente de los cultivos (incluso en el transcurso de unos minutos) y la detección más temprana de los positivos. Los medios en los sistemas de cultivo automatizado de sangre están tan enriquecidos y la detección es tan sensible que no es necesario procesar por más de 5 días los cultivos de sangre. En términos generales, los cultivos secundarios (subcultivos) están indicados sólo si el aparato indica la positividad del cultivo, es decir, la presencia de microorganismos. Los sistemas de cultivo manuales de sangre son obsoletos y posiblemente se utilicen sólo en laboratorios en países en desarrollo que no cuentan con los recursos para adquirir sistemas automatizados de hemocultivos. En los sistemas manuales, se revisan 2 o 3 veces al día durante los primeros 2 días y diariamente después de esa fecha durante una semana los recipientes del cultivo de sangre. En el método manual, a veces se necesitan los cultivos secundarios (subcultivos) ciegos de todos los recipientes del hemocultivo en el segundo y séptimo días. El número de muestras de sangre que es necesario extraer para los cultivos y el lapso en el cual se hace la técnica, dependen en parte de la gravedad de la enfermedad clínica. En infecciones hiperagudas como en el caso de la sepsis por gramnegativos con choque o la sepsis por estafilococos es apropiado cultivar dos muestras de sangre obtenidas de sitios anatómicos diferentes, en un lapso de 5 a 10 min. En otras infecciones bacteriémicas habrá que obtener 3 muestras de sangre en el transcurso de 24h. El total de 3 cultivos de sangre  permite identificar la bacteria infectante en más de 95% de los pacientes bacteriémicos. Si los 3 cultivos iniciales arrojan resultados negativos y se sospecha algún absceso oculto, fiebre de origen no identificado u otra infección no esclarecida, habrá que cultivar más muestras de sangre, cuando sea posible, antes de emprender la terapia antimicrobiana.

Se cuenta con diversos tipos de recipientes para cultivo de sangre que contienen resinas u otras sustancias que absorben casi todos los antimicrobianos y también algunos factores del hospedador contra los microbios.  

Referencias
Brooks G.F, Butel, J. S., Morse S.A., Mietzner T. A., Microbiología médica, Sección VII: Correlación entre la microbiología médica diagnóstica y la clínica, Jawetz, Melnick y Adelberg, 25a edición, Mexico.

por: Daniela A. Pérez TM-27

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