sábado, 2 de noviembre de 2013

Helicobacter pylori, capacidad oncogénica

Helicobacter pylori, capacidad oncogénica


Por: Ailianis  Ayeliz Zapateiro 3-729-959










La infección por H. pylori constituye probablemente la infección crónica más extensamente difundida en la especie humana, afectando al 50% de la población mundial y hasta el 90% de la que vive en países subdesarrollados. Coloniza en forma casi exclusiva la superficie apical del epitelio gástrico, desencadenando una respuesta inflamatoria local (gastritis) de intensidad y extensión variables. Además, una respuesta inmune sistemática  fácilmente evidenciable, pero que no es capaz de eliminar la bacteria que, en la mayoría de los casos, persiste durante toda la vida del individuo
En la actualidad se reconoce a H. pylori como un agente patógeno involucrado en el desarrollo de gastritis, úlcera gástrica y carcinoma gástrico. El proceso inflamatorio es estimulado y exacerbado por la producción de diferentes factores de virulencia bacterianos y su evolución depende asimismo de la susceptibilidad del huésped y de la influencia de distintos factores ambientales.
H. pylori posee de 4 a 6 flagelos lofotricos unipolares que le confieren una gran movilidad y le permiten llegar a la mucosa y resistir a los mecanismos de defensa del huésped, así también la estructura espiral le permite a la bacteria introducirse a través de la capa de moco gástrico, favoreciendo su adherencia a las células epiteliales gástricas
Se ha establecido que cerca del 50% de la población mundial adulta se encuentra colonizado por H. pylori y que este porcentaje varía de un país a otro, se ha demostrado que la presencia de esta bacteria es mayor en países subdesarrollados y en los sectores económicamente más desprotegidos y distintos autores han mostrado que los niveles de colonización de H. pylori han disminuido en los países desarrollados a medida que los niveles de vida han mejorado.
Los estudios originales de Blaser, Forman y Parsonnett demostraron que existe una asociación significativa entre la presencia deH. pylori y el riesgo de desarrollar cáncer y una de las poblaciones ha sido estudiada a lo largo de 20 años lo que ha permitido realizar estudios acerca de la variabilidad del microorganismo y de sus capacidades de adaptación frente a las presiones del ambiente.
En el caso del cáncer gástrico, este tipo de neoplasia ocupa el 2° lugar en importancia en los países en vías de desarrollo de acuerdo a los datos de la OMS y se ha demostrado que al menos en el 60% de los casos de cáncer gástrico H. pylori está involucrado como un factor condicionante, lo que llevó a la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer a clasificar a este microorganismo como un carcinógeno tipo I.

 Factores de virulencia

  • ·         La citotoxina vacuolizante bacteriana (VacA), de 87 kDa, que es responsable de la formación de vacuolas intracelulares que conducen a la célula a cambios en su metabolismo y eventualmente a la muerte celular, su organización genética ha sido ampliamente estudiada y se describe como un “mosaico” genético que permite una variación asociada tanto a los eventos clínicos de la colonización de H. pylori como a la distribución geográfica de las diferentes cepas o clonas de este microorganismo.
  • ·         La producción y actividad de la enzima ureasa, que hidroliza a la urea generando una gran cantidad de iones amonio los cuales modifican el pH del medio ambiente que rodea a la bacteria, facilitando su permanencia y diseminación; esta enzima es característica de H. pylori, es asimismo un buen antígeno y es considerado como un candidato para el desarrollo de vacunas que protejan de la infección por esta bacteria
  • ·         El lipopolisacárido (LPS) bacteriano, que posee residuos de carbohidratos en secuencias semejantes a las que se presentan en los antígenos sanguíneos de Lewis, lo que aparentemente permite a la bacteria “mimetizarse” con el huésped para pasar desapercibida al sistema inmune y que asimismo influye en la susceptibilidad y selección del huésped por parte del microorganismo, además de comportarse como una adhesina bacteriana, sin embargo a diferencia de otros Gram negativos, el LPS de H. pylori no tiene una gran actividad biológica.


La patogenicidad y la evolucion clínica que exhiben las cepas bacterianas difieren, y se han observado amplias variaciones en el comportamiento de la infección según las regiones geográficas en que ocurren. Según lo indicado por datos epidemiológicos la incidencia de cáncer gástrico varía según el área geográfica en relación con exposicion a factores medio ambientales como tabaco, alcoholismo, factores genéticos, dieta, entre otros

El carcinoma gástrico y su asociación con H. pylori 

La inducción del proceso de carcinogénesis asociado a la colonización por H. pylori es un campo de investigación sumamente interesante; los estudios utilizando marcadores de proliferación celular como los organizadores nucleolares y el antígeno nuclear de células proliferantes han demostrado que éstos se expresan con mayor frecuencia en la mucosa gástrica infectada por H. pylori que en la mucosa no infectada y la frecuencia de su expresión disminuye de forma significativa tras la erradicación de la bacteria. Estos resultados indican que la tasa de proliferación del epitelio gástrico está aumentada en presencia de H. pylori este efecto mitógeno ha sido relacionado con la capacidad del amoniaco para estimular la división celular.
Actualmente se sabe que las cepas menos virulentas, caracterizadas como CagA- y VacA- aumentan tanto la replicación celular como la apoptosis. Se ha propuesto que estos cambios provocan una alteración equilibrada, dado que se produce un mayor número de células y simultáneamente se pierde un mayor número de ellas a causa de una muerte celular programada. Lo anterior contrasta con las cepas VacA s1a y CagA+ que aumentan la replicación celular e incluso en mayor grado que las VacA-, pero no aumentan la apoptosis y por consiguiente conducen a un exceso desequilibrado de la producción de células sin aumento en su pérdida. 
Si se producen más células que las que se pierden, éstas se irían acumulando en una cantidad excesiva, hecho que podría dar lugar a una hipertrofia de la mucosa o a la formación de pólipos en el tracto gastrointestinal o al menos se puede producir un número excesivo de células con un DNA dañado que pasen por ciclos celulares repetidos.
Se han descrito distintos tipos de alteraciones en los carcinomas gástricos en los que se ha involucrado a H. pylori como factor desencadenante tales como el incremento en el número de mutaciones de p53 y de otros genes que están asociados a la producción de componentes supresores de tumores.

Diagnóstico
Exámenes no invasivos:
1. Serología: la resolución espontánea de la infección por HP parece ser un evento muy infrecuente. Mediante ELISA se detectan IgG o IgA dirigidas contra varios antígenos específicos del HP. La sensibilidad y especificidad superan el 90% y la erradicación del HP se asocia a una lenta pero progresiva caída en los títulos, de modo que la mayoría de las pruebas serán negativas seis meses o un año después de una erradicación efectiva. La reinfección se asocia a una nueva elevación de los títulos.
Exámenes invasivos:
1. Prueba de ureasa en biopsia astral: constituye el método más rápido y práctico para detectar el HP en pacientes sometidos a endoscopía. La ureasa producida por el HP convierte la urea a amonio y CO2, lo que modifica el pH del medio y provoca el cambio de color que define la reacción como positiva. Su sensibilidad y especificidad son comparables a las de los métodos anteriores. Un problema adicional lo constituye la posibilidad de falsos positivos debido a pinzas de biopsia o endoscopios contaminados.
2. Histopatología: constituye el goldstandard para definir la presencia o ausencia de HP, tiñendo la muestra con Giemsa . Debe tomarse la muestra en mucosa antral sana, evitando la región prepilórica y la parte más baja de la curva menor. Es de utilidad en el diagnóstico inicial.
3. Cultivo: actualmente no tiene un papel importante en el diagnóstico, debido a su lentitud y a que en muchos laboratorios su sensibilidad es menor que la de la histología, aunque es útil en pacientes en los que el tratamiento no ha logrado erradicación, para evaluar la sensibilidad a los-antimicrobianos-y-orientar-la-terapia-posterior.
4.  Reacción en cadena de la polimerasa: por su sensibilidad y especificidad podría transformarse en el método estándar futuro, aunque la ubicuidad de HP puede generar problemas por falsos positivos. La posibilidad de estudiar diversos tipos de muestras, incluyendo tejido fijado en parafina, le abre importantes perspectivas en estudios retrospectivos y prospectivos.
5. Helico Blot 2.1 Kit: es un test serológico cualitativo usado para detectar anticuerpos de tipo IgG para antígenos específicos del HP.

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